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Adultos mayores al volante

Según datos de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET) de Chile, los conductores de tercera edad son considerados más responsables y prudentes, sin embargo, el pasar de los años trae consigo una serie de limitaciones asociadas al proceso de envejecimiento que tienden a afectar  los reflejos, la vista, el oído, el desgaste de las articulaciones y músculos,  facultades que son necesarias para estar frente al volante.

Existen enfermedades que pueden perjudicar al adulto mayor al momento de conducir, la Artrosis puede limitar los movimientos como darle vuelta al volante  al sentir dolor e inflamación de las articulaciones.

En otros casos, el Alzheimer puede afectar el sentido de la orientación; y el Parkinson puede ocasionar temblores y rigidez corporal, que pueden provocar un grave accidente. Cabe destacar, que la etapa inicial de la enfermedad del Parkinson no es un impedimento para estar en la vía.

Para el adulto mayor conducir un vehículo puede generar una sensación de libertad, independencia e interacción con el mundo, emociones que en la tercera edad cumple un papel fundamental para fomentar la autoestima, lo que trae beneficios como el óptimo desempeño de roles y participación en actividades que combaten el aislamiento o la soledad.

En este contexto, las personas de tercera edad también pueden asistir a clases para la seguridad del conductor, diseñadas para refrescar y renovar sus conocimientos sobre la conducción y enseñarles a adaptarse a los cambios relacionados con el envejecimiento.

El adulto mayor y sus familiares deben tomar conciencia de los posibles retos que represente el conducira esta edad, ya que es una actividad que requiere de mucha destreza. Es importante que las personas mayores puedan decidir en conjunto con sus familiares si puede seguir conduciendo un vehículo, puesto que la disminución de sus capacidades puede volverse riesgoso tanto para quienes van junto a ellos, como para el resto de las personas.

Toma en cuenta las siguientes recomendaciones para garantizar el buen uso del volante en la tercera edad:

  • Realizar anualmente o cada dos años, un chequeo oftalmológico con el fin de encontrar el método más apropiado para contrarrestar y frenan el avance del desgaste visual.
  • Preguntar al médico de confianza si alguno de sus problemas de salud o medicamentos puede afectar al momento de conducir.
  • Evitar las horas con mayor tránsito de vehículos y los trayectos complicados.
  • Realizar recorridos conocidos e ir la mayor parte del viaje acompañado.
  • Es  importante mantenerlos lentes o audífonos en buen estado para evitar una disminución de las capacidades.
  • No conducir durante la noche o en clima desfavorables.
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